¿Puede hablar, una persona, de aquello que no se cree? ¿Es posible estar haciendo, lo que sea, si dices que no crees en ello? ¿Puede, aún más, estar diciendo que se cree en una tesis, y no actuar de acuerdo con ella?
Ciertamente resulta difícil considerar que se pueda vivir sin coherencia en la relación que hay entre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Hemos de suponer que lo que pensamos está en relación con lo que creemos y a nadie se le aceptaría que nos dijese algo contrario a lo que considera verdad. De la misma manera resulta inaceptable que lo que se haga sea distinto de lo que se cree y se está diciendo.
La fe, la esperanza y el amor tienen su origen en Dios. La fe en él da lugar a la esperanza de alcanzar sus promesas y desde ellas se le puede amar a él y a los que nos rodean. Es así como regulan el comportamiento del cristiano, dándole fundamento, ánimos y caracterizándolo.