La Basílica de la Mercè ha sido el lugar elegido para la celebración de tres ordenaciones que dan alegría y esperanza a la Orden de la Merced.
Se trata de dos ordenaciones sacerdotales y una ordenación diaconal, las tres presididas por Monseñor Florencio Roselló, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela.
El acto tuvo lugar el sábado 12 de abril y contó con el acompañamiento de varios religiosos mercedarios de la provincia.
Una misa, tres ordenaciones
Bajo la mirada de nuestra Madre María, la Basílica de la Mercè recibió a monseñor Florencio Roselló quien presidió la eucaristía en la que se ordenaron sacerdotes fray Inacio Jassitene y fray Joaquín Siquince. En esta misma celebración también fue la ordenación diaconal de fray Rodolfo Lemus.
El obispo mercedario dirigió a los ordenandos una profunda exhortación a vivir su ministerio desde la fidelidad, la humildad y la coherencia: “Cree lo que lees, enseña lo que crees y practica lo que enseñas”, recordándoles que el Corazón de Jesús ha de ser la fuente y el modelo de su entrega pastoral.
En la celebración estuvieron presentes más de 35 religiosos mercedarios, algunos de ellos originarios de Mozambique, Guatemala, El Salvador, Venezuela y España, reflejando la riqueza multicultural de nuestra Orden y de la Provincia Mercedaria de Aragón.
La animación litúrgica contó con la participación del coro infantil de la parroquia mercedaria de San Pedro Nolasco, así como de los laicos de dicha comunidad, que prepararon con dedicación toda la celebración.
Desde Lleida a la Basílica de la Mercè
Desde Lleida participaron con alegría 14 miembros de las Comunidades Neocatecumenales de la parroquia, acompañados por fray Dinis Mario Adriano y un servidor más.
Fue también una oportunidad para el reencuentro fraterno y la renovación del espíritu misionero que nos une, el espíritu mercedario.
“Queremos expresar un agradecimiento muy especial al P. Fermín Delgado, párroco de la Basílica de la Merced, por su generosa acogida a todos los hermanos, su cercanía y los entrañables obsequios que preparó con tanto cariño: llaveros y detalles que nos hicieron sentir verdaderamente en casa”, dijo uno de los asistentes provenientes de Lleida.
Damos gracias a Dios por estas nuevas ordenaciones que fortalecen y enriquecen nuestra Orden de la Merced, y encomendamos a los nuevos ministros a la intercesión de Nuestra Madre de la Merced, para que su vocación sea fecunda y profundamente enraizada en el Evangelio de la libertad.
