Probablemente te estés preguntando: ¿cuál rutina es tan buena que en seis viernes de Cuaresma obtendré buenos resultados?
La rutina perfecta de la que te estamos hablando mantendrá en buen estado tu salud espiritual, mejorará tus tiempos de conversación con Dios, te servirá para convertirte en mejor persona y también podrás medir tus niveles de voluntad, esfuerzo, perseverancia, privación, autocontrol y desprendimiento.
¿Hablamos de los viernes de Cuaresma?
Sí, nos referimos a los viernes de Cuaresma, los seis viernes que este año nos ofrece la Iglesia Católica y en los que te invita a acercarte más a Dios.
Teniendo en cuenta la homilía de Fray Vicente Zamora, durante la misa del Miércoles de Ceniza, te compartimos algunos ejercicios o acciones que puedes poner en práctica durante este retiro cuaresmal.
Se trata de actos que, aunque parezcan sencillos y fáciles, servirán para medir tu voluntad, la compasión por los demás y ver qué tanto podemos ofrecer a Dios como oración.
Recordemos algunas palabras de nuestro párroco quien explicó cómo practicar la caridad, la oración y el ayuno que nos pide la Iglesia en este tiempo litúrgico:
1. Dar limosna de una manera diferente

Durante estos viernes de Cuaresma podemos dar algo que poseemos: conocimientos, tiempo y bienes materiales.
“Pensad: ¿En qué me puedo ofrecer? A veces lo que más mendiga la gente hoy, a nuestro alrededor, es un poco de afecto, de cariño, de tiempo para conversar. ¿Cuántas personas viven en soledad y no tienen una palabra de aliento? ¿Cuántos no pueden experimentar el tener a alguien que les dé fortaleza, un abrazo? Y de esto podemos dar todos.
Podemos intentar salir un poco de nuestros problemas y nuestros trabajos para tener más tiempo para los otros, para atenderlos”.
Y basándonos en esto podríamos hacer lo siguiente: pensar en visitar y dedicar tiempo de calidad a nuestros abuelos, a aquel amigo enfermo que hace tiempo no sale de casa, a aquella amiga que ha perdido a un ser querido recientemente, a escuchar más y mejor a nuestra familia en casa, etc.
2. Aumentar la dosis de oración

La Cuaresma nos invita a acompañar a Jesús a través de la oración.
El padre Vicente nos invita a participar del Santo Viacrucis (que en nuestra parroquia mercedaria de Lleida es a las 18.45h. los viernes de Cuaresma).
También nos anima a introducir en nuestras actividades de la semana, al menos una vez, el rezo del Santo Rosario.
Y aquí va la reflexión especial para darle la vuelta total a los viernes: “¿Puedo decir que no quiero ir de fiesta el viernes porque es el día que murió Cristo y la Iglesia me pide abstinencia? Tengo un día para mortificar mis actividades ¿Por qué?, porque celebro lo más importante y es que alguien ha dado la vida por mí (Jesús)”.
Así mismo, otras acciones podrían ser: participar más en la Santa Misa, empezar a leer los Evangelios, dedicar más tiempo a la oración en casa, no faltar a la misa los domingos, visitar a Jesús Sacramentado con más frecuencia, etc.
3. Hacer ayuno, pero no el intermitente

Ahora que está de moda el ayuno intermitente, ¿por qué no hacer también el ayuno de corazón y de ofrecimiento a Dios?
El ayuno va no sólo de dejar de comer ciertos alimentos y durante tantas horas del día. Sí, está bien hacerlo y ofrecerlo a Dios, porque es una manera de medir también nuestra voluntad y de pensar en lo que sufre el más pobre y necesitado. Haz ayuno, pero también ten en cuenta que existen otras formas de hacer ayuno que quizá nos cuesten más y que agradarán a Dios por tu sacrificio y entrega.
“¿Podríamos hacer ayuno del móvil? ¿Podríamos hacer ayuno de WhatsApp? ¿Creéis que un día a la semana podríamos dejar el móvil en casa? Yo creo que este ayuno es peor que no comer todo el día (quizá algunos entren en crisis existencial). No es ningún reto absurdo y en estos viernes de Cuaresma podríamos intentarlo.
“¿Podríamos hacer un silencio y dejar de escuchar esas noticias que nos angustian y cuyas problemáticas no está en nuestras manos resolver?”
“¿Podríamos buscar un poco la paz interior, de silencio y alejarnos de tanto ruido que nos ofrece el mundo (música, cotilleos, películas, series, redes sociales?)”.
«El ayuno nos permite fortalecer nuestra voluntad. La tentación viene del diablo y él toca siempre donde sabe que vamos a caer. Tenemos que aprender a decir no.
Si aprendemos a decir que no, podemos superar nuestro afán de suficiencia, de creernos los dueños de la razón y también podremos ganarle la batalla a la soberbia y la arrogancia.
El ayuno nos invita a dominar la propia voluntad y también a tener compasión por el otro.
Hay mucha gente que ayunando ha dicho: “Yo hice sólo un día de ayuno, sin comer nada, y mira cómo se me revuelve todo hasta el suelo. Entonces entran en reflexión ¿Qué pasará con la gente que no puede comer carne sino una vez al mes? ¿Qué pasará con la gente que come sólo una vez al día y así muchos días de la semana? Eso es ayunar”.
CONCLUSIÓN
Dicho todo esto, ¿estás dispuesto a entregarle algo a Dios durante estos viernes de Cuaresma? ¿Qué tanto de lo que hemos mencionado puedes incluir en tu rutina durante este tiempo?
Te esperamos los viernes de Cuaresma, a las 18.45h. en la parroquia Mare de Déu de la Mercè, en Lleida.